La mala redacción, las inconcreciones y las contradicciones de las que adolece el nuevo Plan General de Ordenación Urbana, han hecho que el Ayuntamiento conceda a la fundación religiosa AYNAT la licencia urbanística para la construcción de una balsa para agua de riego en una zona de interés paisajístico ecológico, como es el paraje de la Fuente del Pinar.
Si bien en un primer momento, los técnicos municipales concluyeron que denegaba la concesión por no cumplir el proyecto la normativa del nuevo PGMO, con posterioridad, se ha producido un cambio radical de criterio y se han acogido en su totalidad las alegaciones realizadas por la fundación religiosa, que hace una interpretación muy particular de la normativa.
En concreto, la ilegalidad se acoge al artículo 98, que establece claramente que en el suelo no urbanizable protegido por interés paisajístico ecológico (IPE), solo se permitirán las edificaciones necesarias para el uso de recursos energéticos y equipamientos requeridos para la gestión de espacios protegidos.
En un primer momento, el Ayuntamiento determinó que una balsa para el riego de almendros y olivos, como la que se pretende construir en la Fuente del Pinar, no se incluía en esa calificación.
Sin embargo, posteriormente se ha aceptado la interpretación que hace el director del proyecto de la fundación AYNAT y se llega a la conclusión de que el hecho de que en el tenor literal del artículo aparezcan expresiones como “construcciones”, o se citen a las “industrias”, así como a “viveros e invernaderos”, son razones más que suficientes para considerar que en el suelo IPE se admiten elementos de diversa tipología y uno de ellos sería el embalse que se pretende construir.
Una balsa que se inició de forma ilegal
La indefinición en la redacción del plan lleva a la Administración local a considerar que estamos ante una construcción ligada a los recursos primarios, llegándose incluso a establecer, paradójicamente, que contribuye a la gestión del espacio protegido.
Sin embargo, esta obra está ubicada en una zona calificada con un valor ambiental ALTO y está incluida en el Mapa Ecológico del término municipal de Yecla. Y la ejecución que ahora se va a legalizar supondrá un gran riesgo de modificar la dinámica hídrica del humedal y de los manantiales de alrededor, poniendo en peligro un ecosistema de gran interés natural.
Cabe recordar igualmente que esta obra se inició de forma ilegal y que el promotor solo solicitó licencia cuando supo de la denuncia de los vecinos, que alertaron de las excavaciones que se estaban llevando a cabo.
Las graves inconcreciones del articulado del plan, que ha tardado nada menos que 18 años en elaborarse, es lo que ha llevado a la estimación de la licencia en cuestión, olvidándose también por parte del ente local de los reparos iniciales que se hicieron al proyecto sobre la afectación del dominio público hidráulico, desechándose la necesidad de esperar al informe de la Confederación Hidrográfica del Júcar.