El glifosato es un compuesto químico desarrollado por la multinacional Monsanto, utilizado desde 1974 para la eliminación de las malas hierbas tanto en zonas agrícolas como en entornos urbanos. Está catalogado como herbicida total sistémico no selectivo que se emplea para eliminar malas hierbas y arbustos. Se infiltra en el suelo, es muy soluble en el agua y persistente en el entorno. Se suele presentar formulado con otros componentes que facilitan su absorción y que multiplican su toxicidad, como el N-nitroso y el formaldehído (ambas sustancias de conocido carácter cancerígeno).
Desgraciadamente, el uso de este producto se ha extendido por su bajo coste, y en la actualidad es uno de los herbicidas más utilizados tanto para uso agrícola como por las administraciones públicas para tratar zonas donde la vegetación debe ser controlada, como cunetas, parques, jardines o instalaciones públicas diversas.
Numerosos informes demuestran la peligrosidad y toxicidad de este producto para el medio ambiente, la fauna y el ser humano. Entre estos podemos citar los realizados por Gilles-Eric Seralini, especialista en biología molecular, docente de la Universidad de Caen (Francia) y director del Comité de Investigación e Información sobre Ingeniería Genética (Criigen). Según Seralini, el glifosato estimula la muerte de las células de embriones humanos. En 2005 descubrió que algunas células de la placenta humana son muy sensibles al herbicida Roundup (cuyo principio activo es el glifosato), incluso en dosis muy inferiores a las utilizadas en agricultura.
El último y más contundente de estos estudios ha sido el realizo por la IARC (Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer) dependiente de la OMS, en marzo de 2015, donde alerta de los peligros que conlleva la utilización de este compuesto, ya que lo clasifica como agente posiblemente cancerígeno en seres humanos (favoreciendo la aparición de Linfoma No-Hodgkin y cáncer de pulmón) otorgándole la categoría 2A.
Actualmente, el ayuntamiento de Yecla usa el Roundup plus de Monsanto (cuyo principio activo es el glifosato) como principal herbicida para limpieza de caminos, solares y demás instalaciones donde hay que eliminar las malas hierbas. Así pues, las autoridades municipales están exponiendo la población de Yecla, a las y los trabajadores que manipulan este producto y a nuestro entorno más cercano a la contaminación química que se deriva de la utilización de este compuesto.
Y aunque la Unión Europea permite todavía su uso, muchos son los estados que se están posicionando en contra de que se renueve esta licencia. Países como Francia, Italia, Suecia o los Países Bajos se están posicionando en contra de que la UE vuelva a permitir la utilización de este cancerígeno por quince años más y, en España, municipios como Madrid, Barcelona, Sevilla, Logroño, Huesca o Córdoba se han sumado a una lista de casi cincuenta ciudades que han vetado su uso. Además, organizaciones sindicales como Comisiones Obreras han manifestado su rechazo a que la UE renueve dicha autorización por el riesgo que conlleva para los y las trabajadoras que interaccionan con este herbicida y también por los daños que provoca en el medio ambiente.
Por todo esto, desde el Grupo Municipal de IU-Verdes proponemos al pleno del ayuntamiento que rechace el uso de glifosato en todos los lugares públicos y que se sustituya por métodos no contaminantes y que no dañen ni la salud ni el medio ambiente. Asimismo, pedimos que se elabore un bando municipal que recomiende a la población la no utilización de este herbicida químico y que se informe acerca del riesgo que supone. También es importante incluir en los pliegos de condiciones técnicas que han de regir la contratación de los servicios de mantenimiento de las zonas verdes de Yecla, la prohibición de este producto y otros similares y que se cree un Plan de Empleo para el “desbroce manual de malas hierbas”, para poder así sustituir con personas desempleadas este uso de herbicidas químicos. Para ello habría que dotar presupuestariamente dicho plan de empleo, así como de maquinaria y las herramientas necesarias. Por último, pedimos al pleno que inste a las consejerías de Fomento y Agua y Medio Ambiente, así como al ministerio correspondiente a que abandonen de inmediato el uso de este tipo de herbicidas en nuestro país.
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