Se nos va 2014. Hace un año pedíamos desde estas mismas páginas que se llevaran a cabo políticas que potenciaran el empleo y que diversificaran nuestra maltrecha economía, pero doce meses después vemos que todo sigue igual. Desde el Equipo de Gobierno del Partido Popular se ha actuado con la misma parsimonia y dejadez de siempre y el balance para nuestra ciudad es nefasto.
A pesar del éxodo continuo de nuestros jóvenes, que son expulsados de su pueblo para buscar oportunidades en otros lugares, las cifras del desempleo alcanzan todavía a más de 4.200 personas. Este drama social afecta a casi todas las familias yeclanas, sin embargo, en el Partido Popular no lo consideran como un problema grave. Los recortes en dependencia, en sanidad y educación han seguido avanzando y la brecha social entre ricos y pobres es abismal en nuestro municipio, lo que ha llevado a cientos de familias a depender casi en exclusividad de sus familiares y de organizaciones como Cáritas o Cruz Roja, que están desbordadas. Algo similar a lo que ocurre con los servicios sociales del Ayuntamiento, que tampoco dan más de sí.
Y si a esta política errática del Partido Popular sumamos una Región que navega a la deriva, con un patrón de barco huido al calor de Europa, no podemos más que lanzar una vez más la voz de alarma. Valcárcel se ha ido tras dejar a esta Comunidad Autónoma en un estado lamentable, con casos de corrupción abiertos y, una vez más, abandonando a Yecla a su suerte. Desde IU-Verdes hemos presentado siempre enmiendas para traer inversiones y crear empleo en nuestra ciudad, pero no nos han querido escuchar.
Durante todo el año hemos reclamado y propuesto políticas de empleo mucho más coherentes y ambiciosas, pero el Partido Popular ha hecho oídos sordos, tanto en Murcia como en Yecla. Y lo peor de todo es que mientras ninguneaba nuestras propuestas decidía endeudar al Ayuntamiento para adquirir por un desorbitado precio de 750.000 euros el solar que hay junto a la Feria del Mueble. Parece que para eso sí hay dinero.
Aun así, no nos queremos despedir con un sabor amargo, pues debemos destacar el gran trabajo de los cientos de yeclanos y yeclanas que año tras año se organizan para luchar contra estas injusticias. Personas vecinas y amigas que han visto que con la unión se hace la fuerza. Los movimientos sociales han ganado el protagonismo en Yecla y han parado desahucios y peleado por conseguir pan, techo y trabajo. Con vuestro apoyo, pronto conseguiremos dar un vuelco al Ayuntamiento de Yecla. Necesitamos pelear juntos contra la pobreza energética, contra los cortes de agua, el desempleo y la pobreza, pues ninguna persona se merece ese sufrimiento en un país democrático. Por todo esto, miramos 2015 con optimismo. Porque, sin duda, será el año de las personas. De la gente. De los de abajo. El año del cambio.