Ante las agresiones de la nueva Ley de Educación, animamos a secundar la huelga general de Educación convocada para mañana jueves
Decían que la juventud era germen de la rebeldía y que estaba sembrada de inconformismo. Y eso es lo que se percibe una vez más estos días en las calles de Yecla y de nuestro país, donde miles de estudiantes están saliendo para defender la educación pública y gratuita frente a una reforma educativa elitista, segregadora y extremadamente retrógrada.
Con la excusa de la crisis económica, el gobierno murciano y el central están desmantelando, recorte tras recorte, nuestro sistema público educativo. Estos recortes vienen acompañados de una serie de leyes que tienen como finalidad escondida expulsar del sistema educativo a las familias de los trabajadores y trabajadoras de este país. Una reforma de becas catastrófica, que desampara a las familias menos pudientes y una ley de educación, La LOMCE que supone el principio del fin del modelo de educación pública y gratuita conquistado con mucho esfuerzo durante décadas de lucha. Al mismo tiempo, el Gobierno complementa ese recorte en becas con el endeudamiento de los estudiantes con los bancos al apostar por las eufemísticamente llamadas becas préstamo.
A todo esto hay que sumar el recorte de ayudas para libros, el de becas de comedor y la pérdida de recursos para la atención a la diversidad del alumnado. Tampoco olvidamos entre las medidas que llevan a un deterioro continuado en todos los niveles de la educación pública la subida de un 66% de media de las tasas universitarias, el recorte de plazas y aumento de precio de la matrícula en la FP –cuesta unos 250 euros de media, llegando a 400 euros en algunas comunidades autónomas-, la precarización del empleo docente o la disminución de programas de apoyo. Sin olvidar tampoco otras subidas menos mediáticas, como el precio de matrícula en las escuelas de idiomas, que se ha duplicado en algunas comunidades, situándose en torno a los 100 o 120 euros por año. Razones todas ellas suficientes para plantar cara a este gobierno reaccionario.
Como bien indica el profesor de la Complutense Víctor Alonso en eldiario.es, en 1988 una huelga educativa de casi un mes logró la dimisión del ministro socialista José María Maravall. Echar al ex tertuliano de Intereconomía reconvertido a ministro, José Ignacio Wert, y a partir de ahí paralizar las medidas que afectan a las tasas, las becas, la precarización de los trabajadores, los despidos o las privatizaciones, es un sueño que podemos lograr únicamente si hacemos de estas jornadas algo histórico.
Por todo esto, desde Izquierda Unida-Verdes de Yecla hacemos un llamamiento para que toda la ciudadanía participe en los distintos actos convocados en nuestra ciudad para el jueves 24 de octubre. La educación es cosa de todas y todas debemos defenderla: profesorado, familias, alumnos y alumnas al unísono. Porque los problemas individuales solo tienen solución desde la lucha colectiva. Mañana jueves, 24 de octubre, ni en casa ni en clase. Todas y todos a la calle.