Los vecinos piden que se retire cuanto antes la grúa situada entre los números 141 y 143 ante el peligro de desplome por causa del viento
La burbuja inmobiliaria explotó ya hace varios años, pero aparte de la crisis que actualmente nos asola, dejó también un tapiz de esqueletos y estructuras de edificios que se han quedado a medio construir en nuestro país. Cuando una obra se paraliza durante años, los materiales y la maquinaria utilizada, que se encuentra normalmente a la intemperie, sufre una constante degradación. Eso es lo que le ocurre a la grúa instalada en la obra paralizada entre los números 141 y 143 de la calle Cruz de Piedra.
En estos días de viento, el baile de la grúa, que lleva varios años paralizada, amenaza a las viviendas colindantes, lo que produce un miedo totalmente justificado en los vecinos, que han sido quienes han denunciado esta situación. Por ello, requerimos al alcalde a que tome las medidas oportunas y que pida a la empresa contratista que desmantele dicha grúa pluma ante el peligro que supone, especialmente en las jornadas de viento que nos acompañan desde hace unos días.