- Los recortes educativos suponen el mayor ataque a la educación pública desde la dictadura franquista
Los recortes educativos que se vienen perpetrando en los últimos tiempos en diferentes Comunidades Autónomas, con el pretexto de la crisis y el control déficit, se han recrudecido en el comienzo de curso y están suponiendo el mayor ataque a la educación pública desde la dictadura franquista.
Inició la ofensiva el gobierno de CiU con un recorte cercano al 8% del presupuesto de educación, recortando el gasto corriente en los centros y poniendo en peligro miles de empleos. En Madrid, al inicio del curso Esperanza Aguirre anunciaba el segundo despido masivo de personal interino (3.200 docentes) e insultaba al profesorado con burdas falsedades sobre su jornada de trabajo, que se vio obligada a desmentir. Asimismo otros gobiernos autonómicos, como Galicia, Navarra o Castilla-La Mancha han adoptado medidas que conllevan el despido de miles de docentes. Si se llevan a efecto todos los recortes anunciados, privarán a la escuela pública de 15.000 profesores, además de imponerle una importante reducción en los gastos corrientes de los centros de enseñanza.
Simultáneamente, el gobierno de Esperanza Aguirre, a la cabeza de las políticas de acoso a la educación pública, continúa con su apoyo descarado a la enseñanza privada, mediante subvenciones millonarias a la patronal de la concertada para actividades extraescolares, y con cuantiosas desgravaciones fiscales a quienes optan por colegios de élite. El coste de estos regalos, que supera con creces el tijeretazo impuesto a la educación pública madrileña, permitiría renovar el contrato a los 3200 interinos que ha mandado a la calle y mantener al menos la oferta y servicios educativos que venían prestando los centros públicos.
Semejantes ataques al servicio público educativo han tenido graves consecuencias para el normal inicio del curso, especialmente en educación secundaria, y han desencadenado una gran movilización del profesorado, ampliamente apoyado por la comunidad educativa y por la ciudadanía en su conjunto, como lo demuestran las masivas manifestaciones celebradas en Madrid y en otras muchas ciudades del Estado. A ello se suma la convocatoria de huelgas, encierros, concentraciones y otras acciones reivindicativas en los propios centros, en los barrios y plazas de múltiples ciudades.
Izquierda Unida, como firme defensora de la escuela publica, única garante del derecho a la educación de todos y todas en condiciones de igualdad, apoya y se suma a todas las movilizaciones en marcha en defensa una educación pública de calidad y contra los recortes educativos, y anima al profesorado a secundar masivamente las huelgas convocadas en defensa de sus derechos y contra el despido masivo de personal interino, cuya labor resulta imprescindible para atender adecuadamente al alumnado que más lo necesita y asegurar la calidad de la enseñanza pública.