Nadie está preparado para recibir la tremenda noticia que hemos tenido que encajar. “Temprano levantó la muerte el vuelo”, demasiado temprano y sin avisar, dejando una ciudad huérfana de su alcalde. Pese a estar en las antípodas ideológicas de Juan Miguel Benedito, sentimos profundamente la desaparición de nuestro compañero de Corporación.
Recuerdo a Juan Miguel, antes de entrar en política, un sábado en la tarde, que nos recibió en su casa por un problema que teníamos. Aquel gesto siempre lo recordaré, salió con traje y las pantuflas del Valencia, su equipo del alma. Después llegaron las elecciones, los plenos, las discusiones y los acuerdos; pero siempre todos con un objetivo común: buscar lo mejor para Yecla. Muchas horas compartidas donde, en ocasiones, la política pasaba a segundo plano ante lo personal y el trato cotidiano, siempre afable y con una sonrisa por delante.
Quiero enviar un abrazo muy especial para su mujer y sus hijos, extensible a toda su familia, que están sufriendo la tormenta atronadora de estos terribles días. Siempre pervivirá en el recuerdo la sonrisa tierna, sus actos y el buen trabajo realizado.
Recordar los templados versos de Manrique:
“Partimos cuando nacemos,
andamos mientras vivimos,
y llegamos
al tiempo que fenecemos;
así que cuando morimos
descansamos»
¡Hasta siempre, compañero y alcalde!