Izquierda Unida ha presentado su ‘Compromiso Ético por la Regeneración Democrática’ en un acto político encabezado por su coordinador federal, Cayo Lara, en el que cerca de medio centenar de candidato/as autonómicos y municipales en representación de las federaciones que componen esta formación han firmado públicamente el documento.
El texto incluye un decálogo específico de actuación contra la corrupción por el que los candidatos de esta formación asumen una serie de importantes compromisos con sus electores de cara a su actividad pública. Cayo Lara se mostró “orgulloso” durante su intervención de ser el máximo responsable de una formación como IU que “lidera la honestidad y la defensa a ultranza de los intereses de los ciudadanos”. Al tiempo, coincidió con todos sus compañeros de atril en destacar que esta fuerza política “es la que más allá ha ido en su compromiso, lucha y denuncia de los casos de corrupción”, un asunto tan grave éste que resulta “inadmisible, indecente e incompatible con nuestro modelo democrático”.
El coordinador federal subrayó que este compromiso ético “para nosotros no es un papel mojado, sino algo que nos obliga a todos los cargos de IU y no porque nos haga falta firmarlo, ya que desde hace tiempo venimos cumpliendo en la práctica sus recomendaciones para acabar con este cáncer para la democracia”.
“La corrupción –dijo- es una de las grandes culpables de la desafección que siente la sociedad española hacia la política, lo que es un problema serio como demuestra que sea el tercero, después del paro y la situación económica, que señalan los ciudadanos en las encuestas del CIS”.
Consideró “imprescindible y necesaria una regeneración democrática que destierre la corrupción de la vida política”, de tal manera que se puedan evitar “casos como el Gürtel, los falsos ERE, el ‘caso Malaya’ y el ‘caso Palma Arena’. Todos ellos tienen mucho que ver con el modelo de desarrollo en España, basado en el negocio inmobiliario, en el ‘ladrillo’, y sostenidos por quienes ven en la política y la Administración una forma de enriquecerse”.
“No podemos tolerar más esta situación –subrayó- porque no todos somos iguales. No sólo queremos seguir denunciando los casos de corrupción y a los corruptos, sino también hacer público nuestro firme compromiso de continuar con nuestra historia y nuestra política de manos limpias”. Lara enfrentó esta postura firme plasmada en el compromiso ético que se firmaba “con la de aquellos códigos que han firmado otras formaciones mayoritarias”, en referencia, entre otros al PP. De este partido dijo que “no sólo carece de autoridad, sino que su credibilidad es inexistente cuando sus dirigentes pretenden contarnos que van a pelear para erradicar la corrupción”.
Durante las intervenciones en el acto se destacó expresamente el importante alcance del decálogo plasmado en el documento, en especial su punto 8 donde se precisa claramente que los candidato/as se comprometen a “asumir las responsabilidades políticas a que hubiere lugar en casos de corrupción, con dimisión cautelar de los cargos públicos y cargos de libre designación en caso de imputación y procesamiento por delitos de corrupción política o urbanística”.
Cayo Lara dedicó una buena parte de su intervención a un asunto conocido un día antes, la imputación por un juzgado sevillano del primer teniente de alcalde y candidato de IULV-CA a la Alcaldía de Sevilla, Antonio Rodrigo Torrijos, en relación a la venta de unos terrenos de Mercasevilla. Señaló que se trata de “un caso serio” y destacó que desde su formación “se va a respetar la decisión de la Justicia, como no puede ser de otra manera, y se va a resolver lo antes posible, sea cual sea la evolución de los hechos”.
Lara detalló que, en el momento en el que hablaba, la jueza que lleva el caso aún no había comunicado el auto al interesado y que el conocimiento que se tenía del mismo era únicamente a través de algunos medios de comunicación, “por tanto, es pronto para emitir un juicio con solvencia”. Indicó que tiene “plena confianza en la honestidad” de los cargos públicos en Sevilla y en el conjunto del Estado.
Todas las intervenciones de los candidato/as que precedieron y sucedieron a Cayo Lara coincidieron en destacar “el ejemplo de honradez pública de IU, demostrada en sus muchos años de gestión pública municipal y autonómica y nuestro empeño en combatir la corrupción”. Así, el candidato al Gobierno madrileño, Gregorio Gordo, dijo que el de la corrupción “no es un debate mediático folklórico sobre quién tiene más indeseables” en sus filas, sino que se trata de “cambiar ese modelo político, económico y social que tiene como resultado la corrupción”.
Gordo señaló al Gobierno ‘popular’ de Esperanza Aguirre, del cual dijo que “ha dado alas a la degeneración política más insostenible, al alimón con Valencia” y explicó los casos de “tres alcaldes en una legislatura en Boadilla, tres diputados imputados en la Asamblea de Madrid y una trama corrupta que está en el corazón mismo del PP en la Comunidad de Madrid y del Gobierno madrileño”.
La candidata a la Generalitat Valenciana, Marga Sanz, afirmó que los ciudadanos “no se merecen un circo” como el que hay en esta Comunidad por el ‘caso Gürtel’ y dijo que el PP “es ejemplo por excelencia de la ausencia de ética y líder en opacidad y manipulación”. El candidato asturiano, Jesús Iglesias, subrayó que “en nuestro ADN está la honradez y el poner por encima de cualquier consideración los intereses de los ciudadanos”.
En el ámbito municipal, el alcalde y candidato de Córdoba, Andrés Ocaña, dejó claro que “compromisos como este que firmamos están para cumplirse y debe hacerse hasta sus últimas consecuencias, lo que siempre ha demostrado que esta formación no somos como los demás”. Sobre el caso de Torrijos, confió en la inocencia del edil sevillano y señaló que da la impresión de que la jueza del caso tiene “cierta inquina” hacia el grupo municipal, dadas las imputaciones realizadas en el caso.
El alcalde de Seseña, Manuel Fuentes, referente municipal contra la corrupción urbanística en Toledo, advirtió que con la corrupción se pone en juego “la perversión de la democracia”, algo sobre lo que tiene que estar sobre aviso toda la sociedad, incluidos los políticos, al tiempo que apostó por “una mayor transparencia y la participación decidida de los ciudadanos”.