La pesadilla de Darwin y Los girasoles ciegos son las dos proyecciones que se podrán ver el 2 y el 16 de abril, a las 19:00 horas, en la Casa de Cultura
Juventudes Comunistas de Yecla presentó ayer un ciclo de proyecciones bajo el el título de “Abril Crítico”, para los días 2 y 26 de abril, a las 19:00 horas, en el salón de actos de la Casa Municipal de Cultura.
La primera proyección, la del 2 de abril, será La pesadilla de Darwin. Como indicó en la presentación Alberto Martínez, responsable político de Juventudes Comunistas de Yecla, se trata de un documental que fue nominado al Oscar y en el que se muestran las injusticias a las que son sometidos los países pobres a costa del primer mundo, especialmente en el África Central.
Este documental político franco-belga-austriaco, que cuenta entre otros premios con el del Festival de Venecia de 2004, está escrito y dirigido por Hubert Sauper sobre los efectos sociales y medioambientales de la industria pesquera en el Lago Victoria, en Tanzania.

Con esta iniciativa, Juventudes Comunistas persigue, según Miguel Ángel Rubio Olivares, responsable del Área de Juventud de Izquierda Unida-Verdes «abrir un debate mediante la denuncia social, con el fin de sensibilizar sobre algunos problemas de la sociedad de hoy y de ayer».
Aprovechando esta comparecencia, Miguel Ángel Rubio presentó a Alberto Martínez a los medios como nuevo responsable político de Juventudes Comunistas. El joven defendió “una alternativa por la izquierda al sistema actual capitalista”. Entre sus principales objetivos al frente de esta formación, se encuentra el de acercar la política a los jóvenes. Para ello, harán usos de ciclos como el de “Abril Crítico”, intentado crear el debate e invitando a los jóvenes a que recapaciten sobre el mundo en que vivimos.
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Anonymous
Yo fui a ver «La pesadilla de Darwin». Es un documental impactante, en el cual te explican el dia a dia de la gente contado por ellos mismos. No es un documental corto en su extensión, pero que gracias a la narracion que tiene, es bastante ameno. Detras de «fantasticos productos» se esconde una tragedia a la que alimentamos sin darnos cuenta.